Nuestros hijos están actualmente en la cuenta regresiva para volver a la escuela. Por ello, es necesario aprovechar los últimos momentos de las vacaciones para entrar en el nuevo curso escolar con energía, ilusión y buen humor.

Tanto padres como hijos necesitan adaptarse a una nueva realidad, es decir, la rutina escolar. Para ello, es fundamental que, con la suficiente antelación, los padres reajusten sus rutinas en casa al finalizar el periodo vacacional, con el fin de evitar resistencias de los niños a la rutina del horario escolar.

Es fundamental que cada niño comprenda la importancia de seguir una rutina estructurada durante el período escolar, para que toda la familia pueda sentir cierta seguridad, tranquilidad y armonía en esta etapa.

Cómo ayudar a los niños a volver a la rutina escolar

En estos momentos es imperativo regular el sueño de los niños, pero también cambiar, si es necesario, algunos de los horarios y hábitos alimentarios y establecer unas normas sobre el uso de móviles, tabletas y otros dispositivos electrónicos.

Programar con antelación la vuelta al cole evita sin duda la aparición de situaciones de estrés y ansiedad. Por ello, es importante explicar a los niños la necesidad de cambiar o reorganizar sus hábitos diarios incluso en esta época de vacaciones.

Para que la readaptación a una nueva rutina sea pacífica y acogida con serenidad, el niño debe sentirse comprendido y apoyado en esta transición tan difícil para todos.

Elegir y organizar el nuevo material escolar es, por ejemplo, una buena forma de motivar a los niños a cambiar y a ver el inicio del nuevo año escolar como un momento de alegría, de reencuentro con amigos y profesores y de conocer nuevos compañeros y profesores.

A pesar de que se acerca el nuevo año escolar, aún hay tiempo para preparar algunas actividades que permitan el intercambio de experiencias y el fortalecimiento de vínculos afectivos. Estas ocasiones sin duda ayudarán a los niños a afrontar el final de las vacaciones con normalidad y como aliciente para empezar las clases. En esta etapa, hablar con calma sobre esta transición también es muy importante, ya que permite que los niños compartan sus inseguridades, sus miedos y ansiedades con respecto a su regreso a la escuela.